
La Guardia Civil ha abierto una investigación en La Coruña contra el propietario de una empresa de transportes y uno de sus empleados por un presunto delito de falsedad documental, tras detectarse el uso fraudulento de una tarjeta digital de conductor.
Según han informado fuentes de la Comandancia de La Coruña, la investigación se inició el pasado 1 de mayo, cuando efectivos del Destacamento de Tráfico de Corcubión, que estaban realizando un servicio de inspección de transportes, localizaron a un conductor que estaba haciendo uso de la tarjeta digital de otra persona, que no estaba en ese momento en la cabina del camión.
El GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico) inició una investigación y comprobó que el conductor identificado era el jefe de la empresa, y que estaba utilizando la tarjeta digital de su empleado, con el conocimiento y consentimiento de éste. Así, al ceder éste la tarjeta digital y permitir que otro conductor la usara, se falsearon los registros del tacógrafo digital y se justificaron en esta tarjeta de conductor, la actividad del otro.
La Guardia Civil recuerda que la tarjeta digital de un conductor profesional es un documento personal e intransferible, y su uso por terceros constituye una infracción grave.
Ambos están siendo investigados como presuntos autores de un delito de falsedad documental, el empleado en calidad de cooperador necesario. Además del proceso judicial, la empresa podría enfrentarse a sanciones administrativas cuyas cuantías oscilan entre 2.001 y 4.001 euros por estas graves infracciones que comprometen la seguridad vial.
Según han informado fuentes de la Comandancia de La Coruña, la investigación se inició el pasado 1 de mayo, cuando efectivos del Destacamento de Tráfico de Corcubión, que estaban realizando un servicio de inspección de transportes, localizaron a un conductor que estaba haciendo uso de la tarjeta digital de otra persona, que no estaba en ese momento en la cabina del camión.
El GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico) inició una investigación y comprobó que el conductor identificado era el jefe de la empresa, y que estaba utilizando la tarjeta digital de su empleado, con el conocimiento y consentimiento de éste. Así, al ceder éste la tarjeta digital y permitir que otro conductor la usara, se falsearon los registros del tacógrafo digital y se justificaron en esta tarjeta de conductor, la actividad del otro.
La Guardia Civil recuerda que la tarjeta digital de un conductor profesional es un documento personal e intransferible, y su uso por terceros constituye una infracción grave.
Ambos están siendo investigados como presuntos autores de un delito de falsedad documental, el empleado en calidad de cooperador necesario. Además del proceso judicial, la empresa podría enfrentarse a sanciones administrativas cuyas cuantías oscilan entre 2.001 y 4.001 euros por estas graves infracciones que comprometen la seguridad vial.